La realidad de que Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero permanezcan desde hace casi 16 años en prisiones norteamericanas y sin respuesta los últimos recursos legales presentados, da la razón a los juristas y a las opiniones especializadas que sostienen en este caso que el gobierno norteamericano ha utilizado su sistema judicial para “hacer infinito el arresto” o que a las cortes se “ha inculcado que se trata de una situación de defensa nacional”, al darle al expediente “una ambientación de espionaje”.
Por Genaro Pérez Reyes